En La Escuela del Agua, nos enorgullece trabajar con sociedades comprometidas con la educación ambiental y el desarrollo sostenible. Hoy tenemos el placer de compartir una entrevista exclusiva con Rebeca Echevarria, directora de comunicación de NILSA. A través de esta conversación, exploramos las iniciativas ambientales implementadas en su NILSA y cómo nuestra colaboración está contribuyendo a crear un futuro más verde y consciente.

Lleváis 10 años impulsando un programa de educación ambiental sobre el agua y en especial sobre la depuración ¿Qué importancia tiene este programa dentro de la estrategia global de NILSA?

NILSA es una sociedad pública del Gobierno de Navarra y como tal se debe a la ciudadanía. No solo en la gestión de la depuración, sino también en la divulgación y la creación de conciencia. Tenemos que ser una sociedad preparada para una buena gobernanza del agua desde las instituciones, pero también en nuestro día a día de manera individual. El programa educativo, que ya venía de 1999, pero que ampliamos sustancialmente hace diez años con la Escuela del Agua, es parte del compromiso de responsabilidad social que tenemos y también un irrenunciable en una gestión que se quiere eficaz, vanguardista y en búsqueda permanente de la sostenibilidad y la excelencia. No entendemos el siglo XXI sin ser transparentes y pedagógicos: esa es la esencia del programa.

 Durante este tiempo el programa ha evolucionado, ¿cuáles son las principales innovaciones que se han introducido en esta nueva etapa del programa?

El programa, que nació para atender al público escolar entre septiembre y junio, vio ampliada su oferta sustancialmente en 2015, con la inclusión de nuevos públicos, como las personas con necesidades especiales y la tercera edad; o la ampliación de actividades a los meses de verano. En la actualidad, el programa permanece abierto los doce meses del año, con actividades estivales específicas para cualquier colectivo, y se ofrece en tres idiomas: castellano, euskera e inglés. Es gratuito y cualquiera puede solicitarlo. No es necesario pertenecer a ningún colectivo o asociación, no tiene límite de edad, no requiere que nadie se desplace porque es el equipo educativo el que llega a las localidades, e inscribirse es tan sencillo como entrar en el apartado Cómo educamos de www.nilsa.com.

 

El programa también ofrece visitas al río y a la depuradora (al cauce y a la instalación más cercanos de la población en la que se encuentran los/as interesados/as); de talleres a cubierto; de juegos para ciclo Infantil (de 0 a 3 años); de jornadas de puertas abiertas para público en general; y de tres áreas novedosas: la digital, la bibliotecaria y la industrial.

 

En el primer caso, NILSA ya migró en 2020, de la mano de La Escuela del Agua, su oferta presencial a un apartado digital en la web para que durante la pandemia se pudiera aprender jugando. Posteriormente, realizó una recreación de realidad virtual para conocer, sin moverse, una depuradora –la de Tudela–, en lo que constituye una simulación de una visita presencial: https://www.nilsa.com/visita-virtual/ En breve, la sociedad pública prevé lanzar la remodelación íntegra de su apartado online para dotarlo de nuevos contenidos, más interactivos y más diversificados.

 

Por otra parte, ha dado a conocer una nueva actividad específica para grandes industrias, ya que son también grandes usuarias de las infraestructuras de depuración y contribuyentes al canon de saneamiento. Se trata de ofrecer a las plantillas de estas empresas cuatro talleres formativos impartidos por la experta Naiara Gorostidi, también gratuitos, online y en los horarios de su elección.

 

En ellos, se aborda la manera de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la gestión del agua basada en soluciones que imitan a la naturaleza o el ciclo hídrico completo: desde la captación del agua hasta el retorno al medio natural, pasando por la potabilización, transporte, distribución, drenaje y depuración.

 

Además, NILSA colabora a partir de este curso con las 24 bibliotecas del proyecto Bibliotecas y Semillas, que en 2022 puso en marcha la Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra, cuyo objetivo es la recuperación de saberes relacionados con la salud y el medio ambiente. En ellas, que van desde Leitza o Auritzberri/Espinal hasta Monteagudo, y desde Roncal hasta Viana, vertebrando toda la geografía foral, NILSA ofrece talleres y charlas.

 

Esta nueva etapa del programa trae consigo acciones para trabajar un amplio abanico de temas que enfrentan los retos de la sociedad actual, la economía circular, la crisis climática etc…¿Qué papel juega NILSA?

 

NILSA es la responsable en Navarra de la implantación del Plan Director del Ciclo Integral del Agua de Uso Urbano 2019-2030, aprobado por el Parlamento Foral en 2019. Cuando hablamos de agua, hablamos de gobernanza, de tarifas, de sistemas económicos, de directivas europeas, de derivadas como los antibióticos resistentes en el agua o los fangos de depuración, de autosuficiencia energética, de transporte por carretera, de animales vivos y de salud pública, entre mil cosas más. El agua es transversal a la salud, la vida, la naturaleza, la actividad económica y… todo. No solo es transversal, es que es indispensable para que todo lo anterior pueda desarrollarse con normalidad y/o prosperidad. En ese contexto complejo y totalmente interrelacionado, NILSA cumplirá con todas las labores que le sean encomendadas por el Gobierno de Navarra y las entidades locales, de la mejor manera posible, intentando lograr estándares de calidad. Somos una pieza más en un engranaje muy complejo, pero es fundamental que todas las piezas funcionen permanentemente por sí mismas y entre ellas. Ahí estamos, sin perder de vista el conjunto al que pertenecemos y al que nos debemos.

 

 Además de la mejora de actividades y talleres desde NILSA se apuesta también por campañas y jornadas de educación ambiental ¿cuál es el objetivo de ampliar los recursos presenciales del programa educativo?

 

Recuperar la vida analógica, que tanto se está viendo reducida por la digital. Recuperar esferas de encuentro, sobre todo en poblaciones pequeñas. En Navarra existe históricamente la figura del concejo para núcleos habitados de muy poquitas personas; queremos acercarnos a ellos. Por razones de lucha contra la despoblación, de equidad interterritorial, de igualdad de oportunidades, de no-discriminación geográfica, de inclusión de todo tipo de territorios y un largo etcétera.

 

Este año celebraremos el Día Mundial contra el Cambio Climático (24 octubre) con dos jornadas de puertas abiertas: una en la depuradora del concejo de Arboniés/Arbontze (25 octubre) y otra en el de Artieda (26 octubre), realizadas a petición de los vecinos y las vecinas, que vieron concluidas sus instalaciones de depuración la pasada primavera. 

 

Las jornadas de puertas abiertas para concejos pueden solicitarse entre semana, pero también sábados o domingos, porque el programa ha incluido los fines de semana para este tipo de actividades, ya que al ser intergeneracionales y para todo el pueblo, a veces se prefieren en días no laborables y suponen otra manera más de hacer ciudadanía en lugares de menos de cien vecinos. Queremos volver a los pueblos, a la entidad local más cercana a la ciudadanía.

 

Por otra parte, el agua forma parte de la naturaleza y de las ciudades. Verla en los lugares por los que discurre (el río, de forma natural), las canalizaciones y depuradoras (de forma artificial), ayuda a hacerse cargo de conceptos que, como el saneamiento, pueden sonar confusos al público general. Queremos claridad pedagógica, trato humano, cercanía divulgativa, visibilidad comprensible sobre lo que contamos… Para esto a veces es necesario reunirse, verse, hablar, estar juntas y juntos. Nos gusta la presencialidad, no podemos dejarla como algo secundario, por muy digital que el mundo esté volviéndose.

 

¿Qué expectativas tienen para el futuro del programa de educación ambiental?

Las expectativas son es ampliar públicos, enriquecer los contenidos digitales, lograr mayor agilidad de respuesta con los clientes, involucrarnos en acciones directas de limpieza de orillas de ríos, poner en marcha nuevos juegos, recuperar a todo ese público de la tercera edad que perdimos con la pandemia, formar internamente a nuestra plantilla, ofrecer formaciones a formadores relacionados con el ciclo hídrico… Los objetivos son numerosos, ambiciosos y están reflejados en la propuesta que La Escuela del Agua realizó y que resultó adjudicataria precisamente por la riqueza de contenidos y la cercanía de las actividades con todo tipo de públicos.

¿Cómo visualizan la evolución del programa en términos de alcance, impacto y sostenibilidad a largo plazo?

Ahora mismo están establecidas 600 actividades anuales, lo que supone casi un tercio más que en la pasada adjudicación. Por tanto, esperamos mayor alcance, mayor interacción de los y las usuarias, mayor divulgación y, claro, esto redundará en la sostenibilidad del entorno y de nuestras vidas cotidianas. Todas las personas que pasan por el programa se van teniendo más (aunque solo sea una pizca más) en cuenta que el agua es la espina dorsal de la vida y que la depuración es necesaria y, además, útil. Que lo que hacemos sirve para algo: para las personas, los ríos, los ecosistemas y el planeta en general. Estoy convencida de ello y, solo por eso, el programa ya merecería la pena. Llevamos años diciendo que la depuración empieza en cada una de nosotras y nosotros, y la concienciación, si no empieza con este programa, desde luego lo apuntala mucho. Así que cada paso hace camino y a largo plazo hay mucho por recorrer: el siglo XXI se vislumbra, insoslayablemente, como el del medio ambiente.

Agradecemos a Rebeca por compartir su tiempo y valiosas perspectivas sobre las iniciativas ambientales en NILSA. Esta entrevista no solo destaca el importante trabajo que se está realizando a nivel local, sino que también subraya el poder de la colaboración entre municipios y organizaciones especializadas en educación ambiental.

Desde La Escuela del Agua, seguimos comprometidos con nuestra misión de fomentar la conciencia ambiental y apoyar a las comunidades en su camino hacia un futuro más sostenible.